4 abr 2010

Gigante durante una noche...

Aquel mañana citado, no es hoy, ya que han pasado varios días, una semana practicamente.
Y llegados a este punto solo he de decir que aquella noche fue bestial, pero no queda mas por describir, no recuerdo con claridad lo acontecido durante aquellas horas.
Mientras tecleo me planteo que sentido tiene hablar sobre una noche, esto va del tirón, cabe citar que la disfrute, no cabía en mi, todo parece perfecto durante un tiempo en el cual ni siquiera eres capaz de orientarte. Para mañana estará lejos, demasiado lejos.
Recapacito y descubro que adoro por encima de las noches pasajeras y las experiencias superfluas, esos momentos que calan hondo en nuestro interior, esos que no entran ni por los ojos, ni por los oídos... Simplemente sientes interiormente un agradecimiento enorme por esas experiencias que quizá al momento no asimilas ni comprendes una vez concluidas, esas en las cuales incluso te ha inundado la frustración o has padecido contratiempos, pero que a largo plazo, te realizan, te ayudan a valorar y entender.

Primero. Soy un soplapollas, y disfruto todo tipo de situaciones, adversas o favorables, pero las que recuerdo con gusto no son las copas de mas que llevaba la semana pasada.
Porque puedes sentirte un gigante durante una noche, pero prefiero sentirme grande cada minuto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario