13 abr 2010

Frente a la Pantalla

Busco un lugar donde infinito y horizonte se abracen sin temor, donde aun podamos respirar gratis, donde el día no muera, donde el día resucite en otro mejor.
Donde mirarte a los ojos sea un regalo. Donde las horas brillen por su valor.

Sentado enfrente de un ordenador de biblioteca, pienso en mi, solo es un día mas, las horas pasan sin hacer ruido alguno, por que he de preocuparme por ellas?
Esas horas no van a volver, semejantes a la pistola que contiene una única bala con la que actuar, por lo que parece ahora estoy perdido en una isla desierta junto a Jack sparrow, una vez efectuado el disparo, carece de valor, quizá estés muerto para entonces. Las horas van muriendo, poco a poco, sin hacerse notar.

Y es cierto que a veces me siento pirata en estos mares, aunque no sea capaz de aprovechar el tiempo, que lo pierda, aunque tampoco sepa en que consiste ganarlo, porque a veces me siento pirata sin timón.

Por mucho que procure remediarlo acabo siempre en el mismo lugar, perdido en la memoria, donde mis ideas se bloquean, llego a un laberinto en el que no conozco atajo, pinto amaneceres en la noche, pero he de contentarme con el brillo de la luna, es lo único que me queda cuando me acuesto y siento que mis días caen al vació.

No hay comentarios:

Publicar un comentario