10 dic 2010

Gotas del pasado presente


El tiempo pasa, el tiempo siempre pasa, puedes sentirlo en tu cara, en tu piel, en el espejo, en las hojas que poco a poco van cayendo durante este triste otoño.
Llueve hay fuera, la lluvia golpea el sucio y oscuro asfalto, las faroles se apagan, los semáforos continúan incesantes su infinito parpadeo.

No soy mas que una cabeza asomada a una ventana, recordando, cuantas personas pasaron por mi vida, cuantas han de cruzarse aun. Recordando. Recuerdo, goles de recreo, tazos en el suelo, Son Goku en la pantalla, veranos de bicicleta, mi primera calada, el primer beso, la primera cima, el tercer chupito, la quinta estación del metro, desde Gobela a Moyua todo un mundo...

No soy mas que una gota en el océano, una pequeña parte de una obra maestra partida y desquebrajada por el ser humano. Aun siendo algo insignificante para la mayoría desearías tener la habilidad de parar el mundo, pero el tiempo sigue su curso. Las sonrisas vuelan, las hojas caen, el espejo no miente, y el mundo se rompe.

Solo estoy mirando por la ventana, pero recordar me hace feliz, pensar que alguna vez conseguiste que alguien se sintiera único y especial.

Fuera, a dejado de llover.

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